La tecnología Cloud
Computing, o soluciones en la nube, es una de las principales tendencias que se
observan actualmente y que marcarán con seguridad el sector de las Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones (TIC) durante los próximos años. Para ser
conscientes de la evolución que supone este nuevo modelo de acceso a la
información es importante entender claramente en qué consiste y conocer las
ventajas que ofrece a las empresas que contratan soluciones en la nube.
El
Laboratorio de Tecnologías de la información, integrado en el National
Institute of Standards and Technology (NIST) de Departamento de Comercio de
Gobierno Federal de los Estados Unidos, ha definido Cloud Computing de la
siguiente forma.
Cloud
Computing es “un modelo que permite el acceso bajo demanda y a través de la red
a un conjunto de recursos compartidos y configurables (como redes, servidores,
capacidad de almacenamiento, aplicaciones y servicios) que pueden ser
rápidamente asignados y liberados con una mínima gestión por parte del
proveedor del servicio”.
Antes
del Cloud Computing las aplicaciones informáticas necesitaban actualizaciones
permanentes, mantenimiento técnico experto y una alta inversión económica.
Generalmente, la empresa pagaba por funcionalidades incluidas en ese paquete de
servicios informáticos contratados que, en la mayoría de las ocasiones, no
llegaba a utilizar pues no eran necesarios en su negocio.
Ahora,
la oferta que ofrece el Cloud Computing es totalmente diferente. Es el
proveedor tecnológico quien se encarga de las actualizaciones automáticas, no
es necesario invertir en infraestructura (todo está en la nube, en internet) y,
además, sólo se paga por lo que se necesita (espacio en servidor virtual,
funcionalidades adaptadas a las necesidades específicas, mantenimiento completo
o parcial, etc.).
Beneficios
El
primero de ellos es el ahorro, tanto en licencias como en la administración del
servicio y en los equipos necesarios. Si se cuenta con una infraestructura 100
% basada en “nube computacional” no se requiere instalar ningún tipo de
hardware, solo los terminales. En esa simplicidad para el usuario y el hecho de
que requiera mucha menor inversión para empezar a trabajar radica la belleza de
la tecnología de Cloud Computing.
Por
ejemplo, el cambio del software de oficina de una empresa de unos 40,000
usuarios por un servicio de computación en la nube. El cambio toma unos cuantos
meses y produce ahorros multimillonarios.
En
cuanto al hardware del cliente también hay ahorro, no es necesario escoger
entre una computadora portátil o una de escritorio, más barata y a menudo más
rápida. En el mundo de la computación en nube, el usuario puede comprar un
económico thin client portátil que puede conectar a una pantalla y a un
teclado. Entonces, todo lo que necesita es conectarse a porque es el proveedor
el que ofrece el rendimiento y no el equipo en si.
Implementación rápida y baja en riesgos: Gracias a una
infraestructura de Cloud Computing, es posible comenzar a trabajar muy
rápidamente. No es necesario esperar mucho tiempo e invertir grandes cantidades
de dinero antes de que un usuario inicie sesión en su nueva solución. Las
aplicaciones basadasen tecnología de la nube estarán disponibles en cuestión de
pocas semanas, incluso con un alto nivel de personalización.
Actualizaciones automáticas: No afectan negativamente a los recursos de TI. Si se actualiza a
la ultima versión de la aplicación, la nueva tecnología no obliga al consumidor
a decidir entre actualizar o conservar su trabajo, porque las personalizaciones
e integraciones se conservan automáticamente durante la actualización.
Portabilidad de información: Aunque en un principio la mayoría de los
proveedores en la nube dirigían sus servicios a los usuarios corporativos, con
el paso del tiempo los usuarios particulares han comenzado a usar este concepto
manera masiva y casi sin darse cuenta con el uso de servicios para teléfonos
móviles (Smartphone particularmente), tabletas, etc.
Por
otra parte, el modelo de la nube es más amigable con el medio ambiente; las
computadoras de escritorio actualmente gastan aproximadamente 150 watts, cada
una; con la computación en la nube no se necesitan maquinas que consuman más de
10 watts, claro que a esto hay que sumar el consumo de los centros de datos,
sin embargo, estos atienden a un gran número de terminales. Por lo tanto, la
nube computacional ofrece un importante ahorro global de energía.
Desventajas
No
todo son maravillas en la gran nube, pues existen factores que harán tropezar
la confiabilidad de los servicios ofrecidos por esta. Por un lado el
crecimiento de esta noción ha fortalecido las ventas de los hoy llamados
notebooks, los cuales han sido sacrificados en sus prestaciones físicas como la
ausencia de unidad ´óptica e incluso, en la mayoría de las ocasiones, escaso disco
duro; pues la idea central es que el usuario no se llene de periféricos y solo
acceda a su información a través de la red. El concepto es bueno, pero los
fallos de los servidores en distintas ocasiones han alertado a muchos usuarios
que a ‘un desconfían de un servicio como ´este. Es el caso de Google, por
ejemplo, con quien en varias ocasiones tanto Gmail como su buscador insigne han
sufrido fallas que han dejado a sus usuarios fuera de servicio por unas cuantas
horas; las suficientes como para que millones de clientes reclamen y queden con
una sensación de que hay algo que no está funcionando del todo bien.
Otro
riesgo importante es la fuga de información, un problema común dada la variedad
de los datos que los proveedores en la nube almacenan, lo que implica que en
cualquier fuga de información puede ocurrir un significativo impacto. Usar los
servicios en la nube implica tener una confianza casi absoluta en el proveedor,
dejando en sus manos información importante, resultando atractivo para que los
piratas cibernéticos y autores de programas maliciosos apunten a los servicios
de computación en la nube con el propósito de buscar datos que puedan robar,
vender, manipular o simplemente “mirar”. Dado que la información del cliente
debe recorrer diferentes nodos para llegar a su destino, cada uno de ellos
resulta un foco de inseguridad. Si se utilizan protocolos seguros como HTTPS
por ejemplo, la velocidad total disminuye debido a la sobrecarga que requieren
estos protocolos. Por ello, ya que la computación en nube tiene sus miras
puestas a convertirse en una herramienta empresarial esencial, tal como se han
consolidado hoy en día el correo electrónico, se necesita introducir patrones
de cifrado de datos para mitigar cualquier tipo de riesgo.
La
disponibilidad de las aplicaciones está atada a la existencia de acceso a
Internet. Si un consumidor decide tener todos sus servicios informáticos en la
nube, queda sujeto a la cobertura de red; incluso si solo son algunas
aplicaciones las que usa en la nube o ´únicamente información, al carecer de
conexión, su productividad se ve anulada o en el mejor caso limitada.
También
se presenta el problema de la escalabilidad a largo plazo. A medida que más
usuarios empiecen a compartir la infraestructura de la nube, la sobrecarga en
los servidores de los proveedores aumentará, por lo tanto, si la empresa no
posee un esquema de crecimiento ´optimo puede llevar a degradaciones en el
servicio o jitter altos
· 1.- Cloud Software as a Service. Al usuario se le ofrece la
capacidad de que las aplicaciones que su proveedor le suministra corran en la
infraestructura Cloud, siendo las aplicaciones accesibles a través de, por
ejemplo, una navegador web como en el caso de web mail, que es posiblemente el
ejemplo más representativo, por lo extendido, de este modelo de servicio.El usuario carece de cualquier control sobre
la infraestructura o sobre las propias aplicaciones, excepción hecha de las
posibles configuraciones de usuario o personalizaciones que se permitan.
·
2.Cloud Platform as a Service. Al usuario se le permite
desplegar aplicaciones propias, ya sean adquiridas o desarrolladas por el
propio usuario, en la infraestructura cloud de su proveedor, que es quien
ofrece la plataforma de desarrollo y las herramientas de programación. En este
caso, el usuario quien mantiene el control de la aplicación, aunque no de toda
la infraestructura subyacente.
· 3. Cloud Infrastructura as a Service. El proveedor ofrece al
usuario recursos como capacidad de procesamiento, de almacenamiento, o
comunicaciones, que el usuario puede utilizar para ejecutar cualquier
tipo de software, desde sistemas operativos hasta aplicaciones.
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